El exceso de alimento
en la Paloma Mensajera
Nuestras palomas son atletas, o al menos eso pretendemos de ellas, que realicen una actividad deportiva y que obtengan unos rendimientos óptimos para que como mínimo logren regresar a casa en el bando de cabeza (o en el de cola, pero que regresen).
Para ello las cuidamos durante todo el año desde su nacimiento hasta la llegada de los concursos y procuramos que no les falte de nada, que tengan su recipiente provisto de grit, su baño semanal, complementos vitamínicos, aminoácidos, minerales, un nidal cómodo en el que descansar, situado en un palomar bien orientado, de espaldas a los vientos dominantes, aireado y limpio.
Tratamos médicamente a la paloma con tratamientos preventivos, vacunas, y según los gustos del colombófilo en cuestión, incluso té, zumos de distintas frutas y platas, y hasta medicina natural.
Todo lo necesario con objeto de mejorar el rendimiento, limar segundos al cronometro e inscribir nuestro nombre en lo más alto del pódium.
A todos estos cuidados, tratamientos, desvelos y mimos con los que obsequiamos a nuestras queridas palomas, en muchas ocasiones, hoy en día cada vez más, le sumamos una alimentación de primera calidad, con mixturas ya preparadas y que dispensamos según nos da a entender nuestro conocimiento de la paloma o nuestras nociones de nutrición.
Y sin embargo, parece que al contrario de lo que se podría esperar, cada año se pierden más y más palomas, no ya en las difíciles sueltas de fondo y gran fondo, sino en carreras de velocidad e incluso en los primeros entrenamientos. Parece que cada día, en vez de hacerlo mejor, en vez de batir records de velocidad, de seguridad y de distancia, estemos pretendiendo batir records de pérdidas y de sueltas catastróficas.
Indudablemente en algo estamos fallando, pues aunque existen aficionados que encuentran siempre explicaciones externas para justificar la pérdida de sus palomas, tales como los arrastres por los grandes bandos portugueses, la disminución de magnetismo terrestre o incluso la gran proliferación de antenas de telefonía, radio y televisión.
No podemos obviar que si estas fueran la causa de las numerosas pérdidas de mensajeras, lo más lógico sería pensar que estas se repartirían por igual entre todos los palomares, pues estos factores influirían de igual forma a todas las palomas, pero cuando observamos los porcentajes de control nos damos cuenta que mientras que unos pocos apenas han sufrido bajas, la mayoría de los concurrentes han visto notablemente mermada su colonia alada.
No podemos obviar que si estas fueran la causa de las numerosas pérdidas de mensajeras, lo más lógico sería pensar que estas se repartirían por igual entre todos los palomares, pues estos factores influirían de igual forma a todas las palomas, pero cuando observamos los porcentajes de control nos damos cuenta que mientras que unos pocos apenas han sufrido bajas, la mayoría de los concurrentes han visto notablemente mermada su colonia alada.
¿En qué radica la diferencia?, bueno existen muchos factores, muchas facetas de la colombofilia que pueden influir en el resultado final, pero si tengo que nombrar a un culpable de muchas de las pérdidas de palomas mensajeras en sueltas de corta distancia yo sentaría en el banquillo de los acusados a LA OBESIDAD, el sobrepeso.
Normalmente, a no ser que esta obesidad sea muy exagerada no la detectamos en el día a día de la paloma. Los entrenamientos alrededor del palomar se van sucediendo y las palomas vuelan en bando a un ritmo más o menos relajado, pero cuando las introducimos en las cestas para un entrenamiento o concurso, ese, a veces pequeño sobrepeso que llevan, hará que una vez se abren las puertas de las jaulas, al imperar la ley del “sálvese quien pueda” las palomas en su peso y forma ideal sometan a la bandada a un endemoniado ritmo en la paloma obesa, espoleada por su instinto gregario y sus ganas de regresar al palomar, intentara seguir por todos los medios, pero que la someterán a un sobre esfuerzo y a un castigo muscular que más bien pronto que tarde la hará ir quedándose a la cola del grupo......,
........ detenerse en cualquier sitio, si para entonces aún no ha sido presa de alguno avispado depredador, los cuales, al contrario que nosotros, si detectan perfectamente aquellas mensajeras que están pasando por unos momentos de apuro y que llevan su corazón, sus pulmones y sus músculos al límite.
Por eso, estimado lector, cuando observes que los ataques de halcones u azores son frecuentes, que tras el entrenamiento diario falta alguna paloma o que en sueltas de corta distancia hay algunas bajas injustificadas, prueba a reducir la ración diaria que administras a tus palomas e incluso a agregar un porcentaje de cebada en la mezcla si esta no lo llevaba y estoy completamente seguro de que pasados unos días el rendimiento deportivo de tus palomas mejorará.
Unos pocos gramos de más en un cuerpo tan pequeño como el de una paloma suponen un considerable lastre a la hora de realizar un ejercicio tan exigente como el que les obligamos a realizar cuando las soltamos a unos cuantos kilómetros de sus palomares y pueden llegar a ser para una paloma la diferencia entre la vida y la muerte.
...muy fácil de caer en este error.
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